... recuerdo, de amor y de una armonía compuesta por notas claras y oscuras que amansa la aflicción. Corresponden a corcheas aladas; son libertas de un pentagrama.
Se repite la circunstancia de que la música colorea el lienzo gris del deceso, aunque el color acostumbra a expirar conforme transcurre la existencia; y eso pese a que el címbalo brille exultante en el exterior a estas horas tan cercanas a su zenit. Y es que hace una mañana manifiestamente azul. Radiante. Calma. Maravillosa. ¡Espléndida!, como el mismo destello con el que nos obsequia Conxita traza de su legado para siempre. Y eso a pesar de que es sabido que nada es eterno.
Ahora, más tarde, acabada la ceremonia y en otro decorado: el de la calle, de vuelta a mis quehaceres, cruzo raudo por delante de su portal y se da la circunstancia de que todo se diluye. Entonces el suceso se mueve con la agilidad de un púgil para liberar el recuerdo. Tanto es así que hasta llego a pisar el cielo. Incluso una nube hace las veces de felpudo a los pies polvorientos.
Entretanto miro con timidez hacia su portería buscando, a pesar del forzado exilio, su fulgor como antaño.
26/05/2021