Me gusta deslizarme entre la música; caricaturizar las sombras y reírme de ellas. Dejar el globo de mi imaginación remontar el cielo
Me parece percibir, entre los ratos de la mañana, los latidos sordos de tu corazón que me llegan entremezclados con el aleteo del viento.
Imagino tu sonrisa sabia surcando el cielo como un cometa, y tu mirada transigente adornando lo apartado de la casa labriega.
Me gustaría mecerte junto a tus sueños, puesto que los míos se han convertido en algo que tiene que ver contigo, lo que ya eres, lo que llegarás pronto a ser.
Me inundas la vida con la delicadeza que lo hacen las flores silvestres que me ofreciste desde el primer día que supe de ti, como las sorpresas, sin esperarlo.
Y tanto es así que entreveo tu expresión a esta hora de sol que todo lo blanquea.