Me gusta deslizarme entre la música; caricaturizar las sombras y reírme de ellas. Dejar el globo de mi imaginación remontar el cielo
Siembra la tarde recuerdos entre pánicos de sombras alargadas. Las horas tiemblan y empujan cuesta arriba la llegada de un mar sin fondo.
Cae la luz con las hojas del avanzado otoño para recoger la cosecha gris del tiempo que se espacia.
Brinca la amistad serena mientras el verdor de las hojas de las palmeras llega a tomar hasta un brillo excelso.
El blanco perece a grises y remata la luz que comienza a escasear.
Y la fresca aprieta entretanto el atardecer se extingue para volver y volver montado en un viaje sin retorno.