Por Ti sé que hay un lugar solitario al que pertenezco,
hacia donde puedo girar siempre que quiera la mirada porque tus ojos me aguardan.
Imagino que existe un motivo por el que asumo estar en silencio,
donde al parecer el pensamiento se aparta para acomodarse en su espacio.
Es el lugar donde percibo, al sentarme, de qué manera me torno sereno y el tiempo discurre tranquilo por las venas.
Pero por algún misterio que no alcanzo te encuentro allí, siempre a mi lado, sentado, callado.
Quizá por ser la única esperanza a mano cuando todo se torna materia oscura
y nada parece transcurrir como uno quisiera.
Pero todo acaba pasando de largo,
todo y suele dejar un poso.
Y es que en ese lugar no encuentro nada a lo que vencer al disiparse la batalla: ni explicaciones, ni razones.
Entonces me parece descubrir el motivo por el que anhelo sentarme solo y en silencio: nada.
Y Tu Sigues sentado a mi lado entre tanto la mente reposa en calma.