
Me gusta deslizarme entre la música; caricaturizar las sombras y reírme de ellas. Dejar el globo de mi imaginación remontar el cielo
La sala estaba impregnada de un olor sutil, pero penetrante, a leña quemada y a humo y, cuando una ligera brisa casi primaveral decidió a arrastrarse entre la vegetación del exterior trajo, por la puerta entreabierta, el tenue olor a geosmina a la vez que el perfume más delicado de la hierba silvestre.
Desde una esquina del sofá tapizado de tela de algodón verde esmeralda, sobre el cual me encontraba tumbado rememorando inverosímiles y breves pensamientos, divisaba precisamente el centelleo de propósitos dulces mientras las ramas trémulas del algarrobo parecían no poder soportar su peso por tanta extensión.
De tanto en tanto fantásticas sombras de unos mirlos fugaces revoloteando entre el...