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08 Jun 2023

FRAGMENTOS

La ciudad se desentiende de la noche y por puro milagro la mañana despierta sueños de alcoba y  almohada.

Salí de casa a esa hora que la claridad aún es mortecina, aunque alumna aventajada del primer sol, cuando se prepara para el primer asalto. 

Prescindí de su abrazo para dejarme agarrar por la picardía de la calle. A un acostumbrado nunca le está de más y le queda a medida la novedad. Confieso que me sedujo de repente. 

Entre tanto se daba ese asedio que fusiona el sentimiento con el paisaje urbano, tropezó  con la ciudad rendida y arrodillada sobre el enlosado del paseo de Gracia a la manera de una avenida rota, de lunas quebradas y de escaparates opacos, por continuar a la defensiva de la eventual violencia quijotesca sirviéndose de tablas de madera y marcos de hierro a modo de escudo de Sancho Panza, y en nombre del manifestado descontento social, porque el mal es el único bien que se hereda sin impuestos que lo minoren y, en consecuencia, se le atribuye  un destino tan fácil como débil y, además, decidido de antemano, y este acostumbra a echar sobre lo ajeno como burda expresión.

Poco después, acallando el jaleo intrínseco de toda ciudad que se cree cosmopolita, sintiendo la tentación por el colorido de sus prisas y por las ganas de fundirme en la nostalgia venida a menos de aquellos días adolescentes, descendí sin menoscabo alguno a través de sus fauces, por las escaleras de la estación de Provenza.

Afuera la ciudad se desentiende de la noche por puro milagro. De manera parecida preferiría no ser nadie que no soy, ni siquiera aquel que imagino ser.

 

29 May 2023

DEMAGOGIA

Creo recordar que: Platón y Aristóteles  aseguraron que  la demagogia puede facilitar la instauración de un régimen autoritario adulando al pueblo,  que  elimine a toda alternativa  en una democracia. Más tarde Montesquieu en su tratado, Espíritu de las leyes (1748), que cuando los poderes se encuentran reunidos en una misma persona o corporación  no se darán condiciones para la libertad, “porque es de temer que el monarca o el senado hagan leyes ‘tiránicas’ para ejecutarlas del mismo modo”

El demagogo suele creerse (a parte de sus propias mentiras) dotado de la suficiente autoridad moral  para interpretar los intereses del votante a su manera, estableciendo una tiranía o dictadura personal, para lo que secuestra el poder que el elector le ha concedido. Lo practica  de una manera tan burda como sagaz. Paradójicamente  y con frecuencia, las dictaduras se erigen arguyendo que lo hacen para terminar con la demagogia (y de paso con la democracia y separación de poderes) por el bien de “todos”. 

Pero la democracia moderna, entendida como un sistema político que defiende la soberanía del pueblo y el derecho de este a escoger y controlar  a sus gobernantes, en su mayoría se convierten  en una suerte  de feudos demagógicos  representadas por idénticos,  que utilizan  a su favor ( por ser alumnos aventajados en el arte del engaño  y hábiles para renovarse en el poder): las técnicas publicitarias y de marketing; la personalización de las candidaturas;  la manipulación de los medios de comunicación de masas, y el nada despreciable  recurso sistemático de la oratoria polarizante, tan absoluta como ambigua: “bien-mal”, “desarrollo-atraso”, “honestidad-corrupción”, “ricos-pobres”, “guerra-operación militar especial”… O a conceptos imprecisos como: "la seguridad", "la justicia", "la paz", “la unión”, “la mayoría”.

El demagogo necesariamente no conduce a las masas hacia la revolución (evolución),  sino que mejor las instrumentaliza para sus propios ideales y provecho  una vez obtenida. No hacia un proceso de democratización, de transformación o mejora del sistema sociopolítico, sino a la instauración de un régimen autoritario y coercitivo del que se convertirá la autoridad indiscutible. Llegados aquí  los mecanismos represivos  se acentúan en lugar de disminuir,  segando la nueva consciencia individual y colectiva que pueda brotar. La intensidad de la siega dependerá: del miedo a oponerse por poder ser represaliado, del grado  de fortaleza de la división de poderes (legislativo, ejecutivo y judicial) que ostente y, por ende, del grado de  libertad de la sociedad que se trate.

 

Mediados de mayo. De la hoja de calendario cae de nuevo un domingo. Refresca. Es obra de un peculiar mistral que hurga hasta debajo de la alfombra. Hoy, aun así, no  resulta especialmente insoportable coexistir con él, aunque  resulte una especie de penitencia transigir su azote.

Debo de confesar que hoy el sol luce con todo su esplendor y  se me antoja que  el cielo es de un perfecto azul sin mácula, casi divino.

No existe más que un fingido silencio que corretea por la casa; un sosiego interior en perfecta comunión con la nada. Afuera, a lo sumo, se tejen entre sí  ruidos espaciados por  vacíos generados por el viento. Crecen, estos,  inaudibles, pero surgen con voluntad y voz propia.

Al otro lado de los cristales no existe nada más que movimiento quieto, luz, viento, y un sol que ya emergido desde la misma línea  del horizonte hace horas va alcanzando su cenit.

Se convierte en toda una experiencia  intentar gobernar la nave a través de un  mar arbolado por el efecto de una soliviantada galerna. En mar abierto no existe la protección del malecón que aplaque las olas ni que haga de pantalla al viento. Únicamente el asilo de cuanto está en las manos y en el pensamiento de uno y el asalto de las ondas sumado al azote del ventarrón. Uno otea el horizonte y no ve nada más que oleaje y espuma arrancada de las mismas crestas volar. Se siente exhausto aunque entero todavía. El timón de poco  sirve, tan fuerte es la mar... 

El velero: la vida, deriva, escora, se va de orzada y se endereza como un tentetieso pasado el embate oceánico  para volver a retomar un rumbo; el que sea. Los ojos escuecen  por efecto de  la salitre del agua y enrojecen a medida que pasan las horas. ¡Y como pasan  de rápido y de lento! Tanto es así, que le resulta imposible  describir la sensación, esa dualidad. Y si lo intenta el alma acaba por llagarse como consecuencia de la erosión  que  dejan  los pensamientos: cascadas gigantes, luces y sombras, contra la piel fina del alma.

06 Abr 2023

ATARDECER

La luz adquiere un ritmo dorado y cansino. Las sombras se alargan modelando gigantes altos y delgados como contrapuntos a zonas que permanecen todavía iluminadas. Es la hora en que mutan los colores hacia  escalas cromáticas diferentes otorgando un tono distinto al mismo lienzo.

La brisa parece zarandear las sombras aunque me digo que ese es solo su resultado, lo que en realidad agita son los arbustos.

El silencio no cesa en dejarse sentir. Opino que más fuerte que el de la mañana cuando algún aparcero grita ordenes para hacerse creer aquí y allá en fincas colindantes. Son voces tan sutiles y extraordinarias que me acompañan a ratos de solemnidad en este espacio vital casi desierto.

El sol declina a pocos, es cierto, pero mengua con contundencia conforme transcurre la tarde. Las aves son referencia viva que ilustran de movimiento la aislada quietud de la tierra. En el cielo nada, ni siquiera una nube. Luz, azul y poco más.

De nuevo brota el tictac del reloj que destaca en medio del silencio casi sepulcral del interior de la casa labriega.

 En termes generals només  ens interessa  conèixer  la vida dels  que titllem d’ il·lustres, importants o mediàtics. És la servitud que té viatjar amb bitllet de tercera com el que emprem  la gran majoria que, per un altre banda, tot i ser més nombrosa, paradoxalment ningú en parla; perquè si no m’erro, a ningú l’importem per la condició d’ésser quasi “un no ningú”. Arribats fins aquí valoro que: pot ser hi ha certa dosi de cinisme en tot plegat i, fins i tot,  sorpren el  doble raser de mesurar que utilitzen  quan parlen de drets i obligacions. Però ja sabem que la perspectiva regala visions sobre el mateix diferents.

 

22 Mar 2023

ROJO CORAZÓN

 Desde luego que las cosas no son como aparentan ser, pero tampoco se alejan de lo que son.

Existe inquietud, de hecho coexiste con nosotros desde hace cierto tiempo. Quiero decir que se ha hecho más densa porque de estar, siempre ha estado aquí.

En consecuencia la sociedad anda confusa y crispada, y nosotros no dejamos de ser átomos que conforman su universo de igual modo. Hoy, sobre la sociedad, y por extensión nosotros, me atrevería a opinar que tiene la piel más fina que nunca. Unos más que otros, de eso no hay duda. Se lo adivino en el rostro que le viene marcado por un rictus crispado más acentuado que nunca.

Camina rígida y acomplejada; altiva y orgullosa a la vez que colmada de miedo. Tu, con rojo corazón y paso firme aunque se te vuele el globo colorado de las manos como en la imagen que encabeza el post. Cerca, esas son las palabras que quizá mejor se ajustan para describir de manera  sintética el contexto actual. Entonces, desvalidos y escasos de recursos de autoestima hay quienes llegan con facilidad pasmosa al insulto, al maltrato, a la agresión, al oprobio, a la contradicción, al 

14 Mar 2023

CENIZAS

Escucho el murmullo del pequeño torrente. A su lado, las blancas cenizas  de dos cuerpos alados tiñen de claro un lugar ya de por sí fulgente. Universo húmedo. Instante próximo a lo emotivo, a las plegarias, al recuerdo y al regato. Galope acuático que desciende serpenteando  a la manera de un argentado arroyo sin fin. Golpe a la vez sólido y líquido. Arrebato luminiscente. Almas blancas.

Es un  tiempo a la deriva en el que el jinete acuoso proporciona a los recovecos  del recuerdo instantes postrados en el desván del olvido.

Muere la humedad más abajo. Pronto, el polvo de los  que un día traspasaron  reposa en las aguas del remanso bajo la luz auspiciosa de una mañana de primeros de marzo.

Antes, se deja sentir la grave pulsión de la nívea y fría ceniza en las manos que de repente se escapa entre los dedos para reposar en la exigua playa de arena y cantos rodados. Más alejado, otro recodo les da tregua durante el receso que se construye eterno. Un hilo de plata les perfora el alma y los une como perlas.

Es un instante  en que todo sucede excepto el tiempo. Este se postra rendido y tendido sobre una tierra amable; inerte, como la misma muerte.  Las lágrimas brotan de manera súbita  de la  cuenca de los ojos sin poder remediarlo. Tanto es su poder que se abren camino a la fuerza hacia abajo: surcan  la epidermis de ambos pómulos, para enjugarlas  la estepa blanca del pañuelo de hilo antes de llegar a su fin.

Ahora las reliquias  son peregrinas. Vagan a capricho del agua y la tierra. Al fin son libertas las almas. Partículas del universo.

Sol limpio. Viento apagado. Mutismo inmóvil. Silencio encendido. Mañana pacífica. Vinito claro.

Ahora, el sol entibia afectos y pasiones. Reconforta. Templa el espíritu.

En este instante , todo se confunde con el color de la calma. Incluso el alma.

Nota fluir por las venas el primer fuego. Primero esculpe su deje amable en la piel;  al poco, socarra hasta el espíritu.

Se acerca el tiempo. Entretanto las horas zarpan para volver quizá diferentes algún día a la manera de las olas.

Sombras de gigantes arbóreos tiñen de oscuro la alfombra del suelo áspero. El gorjeo de las aves toma refugio entre el verde follaje de ramas originadas en tallos leñosos y elevados.

No existe más reloj que los latidos del corazón; ni más pensamientos que la callada pausa entre uno y otro. Ni más puntualidad que la del tiempo.

El címbalo comienza a volar alto, no en su cenit, aunque ya unta con insolencia la piel.

14 Feb 2023

EL PEQUEÑO BUDA

Por Ti sé que hay un lugar solitario al que pertenezco,

hacia donde puedo girar siempre que quiera la mirada porque tus ojos me aguardan.

Imagino que existe un motivo por el que asumo estar en silencio,

donde al parecer el pensamiento se aparta para acomodarse en su espacio.

Es el lugar donde  percibo, al sentarme, de qué manera  me torno sereno y el tiempo discurre tranquilo por   las venas.

Pero por algún misterio que no alcanzo te encuentro allí, siempre a mi lado, sentado, callado.

Quizá por ser la única esperanza a mano cuando todo  se torna materia oscura

y nada parece transcurrir como uno quisiera.

Pero todo acaba pasando de largo,

todo y suele dejar un poso.

Y es que en ese lugar no encuentro nada a lo que vencer al disiparse la batalla: ni explicaciones,  ni razones.

Entonces me parece descubrir el motivo por el que anhelo sentarme  solo y en silencio: nada.

Y Tu Sigues sentado a mi lado entre tanto la mente reposa en calma.

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Me gusta deslizarme entre la música; caricaturizar las sombras y reírme de ellas. Dejar el globo de mi imaginación remontar el cielo
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